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"... tronco arrojado por la marea en otra playa que no es Miramar."

miércoles, 15 de septiembre de 2010

3. México


Bajo el cielo de un azul longevo

allí donde los sobrevivientes

derramaron su desaliento

yacen los restos del imperio

de obsidiana, jade y alabastro,

sepultado por la prole indigna

de Doña Marina, la Malinche,

nietos y bisnietos, bastardos todos.

Sobre el osario de las víctimas

un cráneo tras otro,

yacija de ríos pétreos

por la sangre coagulada,

nubes de ceniza impura.

La codicia mundana

de los mercenarios de Cristo:

primero entrará un rico

al reino de los cielos

antes que los santos inocentes

que no pagan el diezmo.

Mestizos traidores y criollos cobardes

titzimines del inframundo,

son los mismos que cercenaron el águila.

Quetzalcóatl, serpiente emplumada

Izcóatl, serpiente de obsidiana

Xiuhcóatl, serpiente de turquesa

Mixcóatl, serpiente de las nubes

Cihuacóatl, serpiente hembra

Coatlicue, diosa de la falda de serpientes

Chalchiutlicue, serpiente abuela, diosa de la tierra

Cuauhcóatl, águila serpiente.

La serpiente sigue viva,

aquí lo he dicho.

Ya los historiadores

se encargarán de mentir.


La ilustración corresponde a La llegada de los españoles,
según los murales en Palacio Nacional que entre 1929 y 1935
pintara Diego Rivera.

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